El rango de utilización de los termopares tipo K (NiCr-Ni) está entre 0ºC y 1.200ºC en función del tipo de construcción a realizar. Para los termopares con salida a cable la temperatura máxima recomendable es de 300ºC estando muy condicionada por el tipo de cable de extensión utilizado. En el caso de los termopares con cabezal de conexiones, la limitación viene dada por los tipos de vainas de protección utilizadas así como por los ambientes oxidantes, reductores o por los tipos de metales fundidos cuya temperatura queremos medir. Se utilizan diferentes tipos de vainas metálicas de protección siendo las más habituales de acero inoxidable, acero refractario e inconel 600. En los casos en que la temperatura a medir es muy alta o el medio así lo requiere, se utilizan protecciones cerámicas fundamentalmente de alúmina con diferentes grados de pureza en función de la aplicación. En ciertas construcciones es necesario utilizar termopares encamisados, también llamados mantel, en los que el hilo de termopar, simple o doble, está aislado de la protección metálica exterior por oxido de magnesio prensado. Los materiales habituales de estas protecciones son aceros inoxidables y aceros refractarios.
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